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18/5/10

NEGRO ZAHÍNO

Digan lo que digan, que mienten más que hablan, pintan bastos. El panorama me sugiere a un sepulturero decrépito vestido de negro cavando en pura piedra con una cuchara. Y denominadores comunes en la gestión socialista: la reincidente improvisación.
La crisis sube un nuevo escalón. Ya afecta a los funcionarios, a los pensionistas, a las madres, embarazadas o en vías de serlo, y otros nuevos inquilinos. Ya no sólo es la crisis de parados, curritos menores o empresas mientras la otra mitad se escapa de rositas. La cosa se complica.
Pero además el patrimonio gestor del señor ZP y sus secuaces dejará un paisaje escalofriante. El renacimiento de dos bandos en consecuencia del proceso inquisitorial del Dios de la tolerancia, cuando más nos hace falta el abrazo. Un juez encausado al que se le busca destino en el más alto tribunal europeo; como si se nombrara a Roldán presidente de un banco, o de la CEOE. Los sindicatos ¡por fin! amagan con mover ficha, que luego habrá que verlo. Parados y parados por las esquinas. Y una deuda que hay que pagar urgentemente generada por políticas torpes y manirrotas, que se veía venir. Y mientras, un gobierno presuntamente socialista que se amorra al pilón del sistema, sodomizado por los que verdaderamente gobiernan este mundo descabellado. Hasta su presunto amigo Obama le ha pedido que despabile.
Y lo peor y más preocupante: que nadie en el partido socialista rechista. Señal de que puede más el fundamentalismo de las siglas o el estómago caliente que el bien común.

NEGREDO Y VILLAR


Resulta que el señor Negredo, futbolista del Sevilla, de manera reiterada y absolutamente reconocible, gratificó al juez de línea con la frase "me cago en tu puta madre", afección que le valió la tarjeta roja, o sea la expulsión del partido.
El árbitro de turno lo reflejó elocuentemente en el acta, es sancionado para la final de la Copa del Rey y el club sevillista, como suele hacerse en estos casos, recurre; supongo que por si cuela. Y coló.
Sin entrar en valoraciones, porque el asunto me la trae al pairo, sí es cuando menos curiosa la argumentación por la cual el Comité de Competición de la RFEF le retira la sanción. Tampoco sé porqué me extraño; si la RFEF está presidida por un inútil diplomado, en buen lógica su cohorte debe ser de la misma ralea.
Pues bien, la argumentación federativa viene a decir que "cagarse en la puta madre del linier" -hasta cinco veces conté-, que ya es tener el vientre suelto, sólo merece una amonestación porque se trata de una mera desconsideración, más aún cuando el jugador asegura que no existió intencionalidad.
¡Cinco veces sin querer, espaciadas en el tiempo y sin intencionalidad!
Supongo que si yo les llamo a ellos cinco veces gilipollas del trasero, en mi caso argumentadamente, no emprenderán acciones de ningún tipo, más cuando lo hago casi sin querer. En todo caso seré, por analogía, amonestado por formular observaciones.