Imagen cabecera

Imagen cabecera

25/1/10

JUGANDO CON NERUDA



Muere lentamente quien dibuja la esperanza de gris doliente,
haciendo de la voz serena el más simulado alarido,
quien nunca yerra y se disculpa, no admira el canto ajeno
y no abraza al distinto que le añora.
Muere lentamente quien no miente a la mentira,
quien prefiere el seguro tedio a la osada filigrana
y graba en su frente los minutos del futuro incierto,
quien se acrece en el trono y se apoca en la silla,
o toma la flor sin tallo del jardín devastado.
Muere lentamente quien desanda los pasos
y no salta al candente precipicio,
quien navega en mar serena
sin atrapar nunca el horizonte inquietante,
quien no sube sino trepa por los hombros
de quien le tiende la mano.
Muere lentamente quien mira hacia arriba y aplasta,
o no recuerda el llanto, o hace fortuna de la fiel calderilla ajena.
Muere lentamente el vecino de Dios
que olvida al hombre porque no sangran sus heridas.
Muere lentamente quien sólo con sed bebe,
con hambre se alimenta y con la desdicha llora.
Muere lentamente quien anida en la honda caverna del miedo,
sin la soflama de velar su fétida vanidad
sobre los tibios cadáveres de un tesoro sin alma
con apenas baratijas y cuentas.
Hagamos de la muerte un suave apagado
como de la vida el firme incendio de las emociones,
de caricias de agua y de amor sin tratados.
Sólo la brisa sin mapas, al pairo de invisibles instantes,
arranca la risa del verde gusano.
                                                               Carlos Jurado



10/1/10

JEREZ DE PRIMERA

Entre el extenso acervo jerezano de torpezas, la más notoria para mi gusto, es no saber aprovechar las ocasiones. Quizás porque, aquí en Jerez, creemos que las cosas se mueven porque sí, sin un pequeño empujón, desde la vida contemplativa. Yo sigo pensando, por ejemplo, que la inmensa mayoría de las bodegas jerezanas murieron a causa de esta perezosa vanidad, o que la fórmula uno se marchó por culpa de cierto vanidoso celestial.
Jerez, a través del fútbol, ha tenido la oportunidad histórica de enseñarse semanalmente a España y al mundo, de acceder por méritos a la categoría de ciudad, y en vez de acicalarnos, de presentar nuestra mejor imagen, de hacer un mínimo esfuerzo por prorrogar esa oportunidad, nos hemos rascado la barriga.
El señor Morales, dueño del Xerez Club Deportivo, al cual he defendido alguna vez, ya sólo piensa en hacer caja y marcharse, le trae al pairo Jerez y su equipo. Pero ya ni come ni deja comer, ni mueve un dedo por salvar el naufragio ni deja que otros lo hagan, lo que desprende un tufo de ánimo vengativo. Ahora, fuera caretas, está demostrando que es como tantos otros, que sólo le interesa el negocio y que, lo demás, eran mesianismos para gilipollas.
El Ayuntamiento de Jerez, el que aprovechó el ascenso para proclamar aquello de “una ciudad de primera”, ése que tanto raja de quienes presuntamente dañan la imagen de la ciudad, ha estado a la altura del pueblo más patatero de tercera. Ha sido activista en contra del cierre de la sociedad privada Vicasa pero se ha mantenido al margen del Xerez porque es una sociedad privada. Su obligación era poca, acaso promover los beneficios de esa oportunidad, pero ni eso. Ha elegido para el escaparate a las más feas; cabinas para los medios vergonzantes, unas gradas lamentables, ningún campo de entrenamiento digno y un terreno de juego para ser arado. Y claro, la imagen de risa y la oportunidad volando. Comprendo la suspensión de pagos pero no la suspensión permanente de ideas.
¿Y que no hay dinero? Según para qué, señora Alcaldesa, según para qué.



2010

Llega 2010 como llegó 2009; Zapatero y su gobierno ven brotes verdes y yo les pregunto de dónde demonios han sacado esos anteojos rosas o si es una aberración visual producida por el apego a los sillones. Yo, a la hora de preguntarme cómo vamos, sencillamente doy una vuelta por las colas del INEM, que nunca falla.
Y que conste que no tengo ninguna manía prediseñada contra éstos como tampoco predilección alguna por los otros, sencillamente me sublevo ante esa clasificación de izquierdas y derechas e incorporo un criterio más coherente, aunque menos provechoso, buenos y malos gestores. Y si aplicáramos criterios empresariales a la gestión pública actual, nuestra situación sería de bancarrota, de inviabilidad y de ineptitud dirigente con cese fulminante de la gerencia.
Se va un mal año y comienza otro poco de fiar. Comenzará la recuperación pero lo hará por narices, por la ley universal del péndulo, pero sin que nadie haya tomado una sola contramedida coherente para hacernos un poco menos infelices. Pero cuando ocurra, ya verán, aún sufriremos la desfachatez de la imposición de medallas.
Y hay un síntoma inequívoco de esa ignorancia supina; cuando alguien no sabe la respuesta, balbucea, duda e improvisa, y esa ha sido nuestra estrategia económica. Parece mentira que las soluciones de un partido socialista del siglo XXI pasen por el limosneo, por engordar a los gordos y por fomentar el empleo bien remunerado de los amigotes, algo de lo que ya se avergüenzan muchos socialistas de bien.