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23/7/12

ERA CUESTIÓN DE TIEMPO


Era cuestión de tiempo.
Y pasó.
No es el momento de ensañarse pero sí de hacer una reflexión crítica. Serena pero urgente.
La muerte de Jairo, apenas un niño, apuñalado en un “botellón”, es una tragedia absolutamente previsible. Si pasas una y otra vez la mano por el fuego acabas quemándote.
Y reflexionas y aparecen los interrogantes.
¿Qué puedes esperar de una concentración de jóvenes, hombro con hombro, cuya única aspiración es ponerse ciegos de todo?
Pero por otra parte… ¿Qué alternativas de diversión ofrecemos a estos jóvenes?
La solución más fácil es facilitarles un recinto, una jaula, para que se desfoguen sin molestar.
¿Y qué hace un chaval de 16 años en la calle a las dos de la madrugada?
No sé si es el caso, pero esta sociedad está repleta de padres cesantes. Queremos a nuestros hijos pero a una distancia prudencial. Que los eduquen en los colegios. Mandan ellos y nosotros claudicamos por comodidad.
¿Y qué hacen con navajas?
Les estamos enseñando la ley de la jungla. Es más hombre el más fuerte y se es más hombre con un puñal en el bolsillo.
Padres y sociedad estamos permitiendo que haya niños, a menudo descerebrados y frecuentemente borrachos, cuyo único “leitmotiv” es una cresta, el depilado, el tatuaje y un piercing.
Muy libres pero vacíos y huecos. Aunque esto es lo de menos… mientras no incordien.